jueves, 21 de febrero de 2008

Heráclito

Heráclito vs. Parménides. El devenir frente al ser. Según Heráclito, uno no se puede bañar dos veces en el mismo río porque el agua del río cambia constantemente ... Interpretaciones más modernas dicen que uno no se baña dos veces en el mismo río porque el río cambia, pero uno cambia más aún ...
Lo que sé es que hace un año ya de mi celebración de cumpleaños. Hace un año de mi apuesta. Y han cambiado tantas otras cosas a mi alrededor ... Una muestra de lo que ha pasado en el último año en mi entorno:
- A y B se conocen, se enamoran, B se cambia de ciudad, A y B se van a vivir juntos
- C tiene un trabajo en Madrid, termina un proyecto, le llevan a Burgos a vivir
- D y E llevan años viviendo juntos. Deciden casarse. Por la iglesia!
- F, amigo de toda la vida, decide cambiarse de trabajo y termina en mi empresa
- G y H se conocen, se enamoran, están felices. A H lo marean en su empresa y lo llevan a Granada, luego lo devuelven a Plasencia, luego lo traen a Madrid ... ¿dónde terminará?
- I conoce a J en internet. Desde entonces no sabemos nada de I :-)
- K, que trabajaba en mi empresa pero se cambió a otra resulta ser vecino de L, amigo de M, amigo de F, que es amigo mío. Me presentan a L y acabo encontrándome con K en el barrio de L.
- N está en trámites de divorcio
- O se ha divorciado
- el padre de P muere después de una larga enfermedad
- Q vuelve a vivir en Madrid después de trabajar unos años en Marbella
- R repite en los carnavales de Cádiz, pero después de la edición de este año ya viene acompañado a todas las reuniones de amigos :-)

Y yo? Pués también he tenido cambios. Pero un año más me sigo bañando en el río ...
Y un año más celebro mi cumpleaños en el Almería. Un año más con mis amigos. Aunque un año más, "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos"

PS: Un minuto que pasa es irrecuperable. Conociendo esto, ¿cómo podemos malgastar tantas horas? - Gandhi

lunes, 11 de febrero de 2008

Impaciencia

De pequeña me decían que yo era la paciente, la cariñosa, la dulce, la sensible... Claro que estas cosas siempre ocurren por comparación y supongo que comparada con mi hermana, incapaz de dedicarle a un puzzle más de 10 minutos, me correspondían a mí esos adjetivos.

La verdad es que la paciencia no es una de mis virtudes. Detesto esperar. Detesto la espera física cuando alguien llega tarde y tampoco soporto la espera de acontencimientos. Por eso no me gusta planificar. Porque planificar es saber lo que va a pasar y esperar que pase. Y por eso me gusta acelerar las cosas, apurar las cañas o las copas de vino rápidamente, acelerar las conversaciones o las reuniones o las relaciones ...

Pero corriendo he descubierto que hay veces que acelerar sólo sirve para llegar antes, pero no más lejos. Que ir más deprisa te puede impedir llegar a dónde quieres. Que lo importante es saber elegir el ritmo en el que te sientas cómoda y seguir, seguir, seguir, seguir ...

Así que ahora creo que, a veces, esperar vale la pena. Aunque la espera me siga desesperando ...

domingo, 3 de febrero de 2008

Primeras veces y reincidencias

Hoy me he ido a correr al Retiro. Las distancias que tengo que correr según mi plan de entrenamiento van aumentando cada semana y mis recorridos habituales se me están quedando cortos. Así que, aunque llovía, aunque me podía buscar excusas de otros "deberes", aunque me apeteciera ir por sitios conocidos, aunque intuyera demasiadas cuestas ... me he ido al Retiro. Y como casi siempre que hago cosas por primera vez, me ha gustado. La primera vez tiene un componente de incertidumbre, una pizca de angustia, como el toque justo de angostura en un cóctel, que me estimula. Superada la primera vez, la repetición me aburre, me desmotiva. Lástima que no me pase lo mismo con mis errores. Ésos los repito una y otra vez. Como si sintiera el vértigo de volver a hacer lo incorrecto. Si como dice Shakespeare, el carácter es la mitad del destino, mi querencia por la novedad y mi insistencia en los errores no me auguraban un gran porvenir ... Y sin embargo, aquí estoy. Sigo haciendo cosas nuevas, sigo metiéndome en los mismos problemas.