miércoles, 19 de diciembre de 2007

Pecados capitales

Mi reciente visión del Papa (literal, todavía no sufro este tipo de alucinaciones) no ha cambiado mi vocación vital: ser pecadora. Así que he estado repasando como podía pecar hoy y continuar el camino por el que he sido llamada. Veamos:
- Pereza: tarde. Vengo del gimnasio: una hora de body tonic y 30 minutos de cinta. Podría dedicar el resto de la noche a vaguear si no fuera porque he quedado para cenar. Cenar? Mmm, ¿eso no podría ser ...
- Gula? Estremecerse de placer con la comida. Lástima que la cita sea en un restaurante japonés. No me veo "estremeciéndome" con un trozo de pescado crudo en la boca y la barbilla chorreándome de salsa de soja. Si por lo menos hubiera chocolate de postre ... Claro que el chocolate es un buen sustituto de la ...
- Lujuria! No estaría mal pero creo que no es ese tipo de cita... Mucho tontear, pero ná de ná. Y es que hay gente que no ha nacido para pecar. Otras opciones?
- Avaricia. No va con mi estilo. Y encima creo que me toca a mí pagar la cena.
- Ira? Soberbia? En este punto creo que mi vocación choca con uno de mis principios: pasarlo bien. No creo que la cena sea muy divertida si me da un ataque de éstos. Así que ya sólo me queda uno ...
- Vanidad. Y con el frío que hace. Cualquiera se pone sexy! Pero la vocación es la vocación y una tiene que obedecerla. Ala! A por los tacones y el escotazo y a remirarse en el espejo. Hoy no me voy a la cama sin pecar que luego la conciencia no me deja dormir :-)

1 comentario:

cortegaj dijo...

Yo te apoyo en lo de correr y en lo de que te pongas sexy así que ale, vístete y a la calle.
Aunque haga frío ya sabes que la naturaleza del hombre (y de la mujer no quiero que me tildes de machista) es buscar el calorcito o "caliu" , que se dice en mi tierra.